Ausencia
Hoy me pesa más tu ausencia, más que nunca; no la había sentido tan dolorosa y desgarradora como ahora. Siento sombras siniestras a mi alrededor, llenas de voracidad por ensartar cuchillas en mi corazón, de desgarrar mi alma en jirones. Tu ausencia es la nada que vacía a mi alma en pequeños efluvios, constantes y asesinos.
Miro al horizonte y veo al cielo, infinito, más infinito por tu ausencia. ¿En qué pecho vida mía recuestas ahora a reposar tus sueños? No lo sé y el solo pensarlo oscurece mis días con una penumbra fangosa que hiela por completo mi estadía en este mundo, librado por completo de mi recuerdo.
Me siento cansado, abatido totalmente por el hecho de estar en el abandono de toda sensación que provoque esa chispa que algunos suelen llamar motivos para vivir.
Antes, en esos días que ahora solo existen en el lánguido recuerdo, en la añoranza ensombrecida de dolor, tu hermosa sonrisa solía llenar todos los espacios de mi vida, se forjaban miles de arco iris en cada campo de abedul que llenaban de colores cada momento, cada segundo. Era como andar sobre la marea, sin riesgo alguno de sucumbir; era volar entre la maraña de estrellas sin riesgo de caer.
Ahora, estos días son como una flor yerta, deshojada, crecida entre zarzales hechos de alambres de púas, en medio de un campo de guijarros. Flor rígida, petrificada y regada solo por lágrimas de demonios melancólicos, rodeada de sonoros aullidos desgarradores y de ventiscas llenas de polvareda, eso, solo eso son mis días.
¿Con qué lleno tu ausencia vida mía? ¿Con recuerdos lacónicos llenos de amargura? ¿Con lágrimas de lava que aneguen la hondonada que abarca todo mi corazón? ¿Con qué lo lleno, si no hay motivos para vivir?
Tu ausencia ha vaciado mi vida, pero la vacuidad tiende a ser llenada por algo, en este caso, solo de dolor.
JR
"La comprensión de que la vida es absurda no puede ser un fin, sino un comienzo".
Albert Camus