Reina
¿Y por qué yo, a causa de sus delirios sin fundamento, he de exigirle a Parzival que le dé explicaciones a usted con respecto a su enorme confusión? Usted, amigo, es el confundido, no Parzival y, mucho menos, yo.
Queen, Parzival no respondió por mí. Él solamente emitió un comentario y nada más. No hay confusión alguna porque no existe tal, y tampoco hay que tergiversar los textos porque eso ya es ocio en desmedida.
Y para no salirme del tema, Lucifer es un insurrecto, un amante de la libertad. Al templado y garboso Lucifer no lo frenan la condena eterna ni las amenazas de Dios. Al ecuánime Lucifer no se lo compra con cielos ni con edenes. Él no titubea de su propia decisión ante los galardones y castigos regalados para comprarlo y amedrentarlo respectivamente. No, él es apegado a su propia causa y razón, a su propia voluntad, pese a las secuelas. Y él no está de acuerdo con una divinidad superior, presuntuosa e ilusoria, a la cual considera que es menester derrotar, arriesgándose a la realización de los propias fantasías e ideales, por incontables que sean los peligros y las desdichas.
Qué buen antagonista es, digno de las mejores obras teatrales y de la vida misma.
seee, yo le pongo casa a lucifer...
la psicología del bien y del mal hablando en especial de Dios y Satanás me parece muy entretenida y complicada, porque... con el asunto de Dios, cariñoso pero que sabe usar la vara, sabio, justo, celoso, y poderoso sobre todas las cosas, no elimina a Satanás, porque, el dilema se le vendrían encima a sus angelitos sobre seguirlo o desaparecer... lo seguirían por miedo y no tanto por voluntad.
además de que no lo elimina, lo deja hacer de las suyas con los humanos.. sobre todo conmigo, soy una cliente fácil
entonces, papá justo y sabio me castiga porque deja hacer de las suyas al diablito, y en teoría... yo sufriré en el eterno infierno, y el diablo seguirá ejerciendo su poder sobre las generaciones futuras a causa de su libertad de expresión que se le tiene permitido...
aquí mi duda... ¿son mis pecados? o ¿son los de Satanás?
(disculpen mi falta de entendimiento bíblico)
Y si son los de él...
¿porqué tengo que pagar yo el castigo por parte de Dios?
¿acaso un niño en pleno aprendizaje es culpable si un adulto le dice, "mata al pollito"?
sinceramente, aunque tenga conciencia y suficiente raciocinio... me consideraría una niñita al lado de una entidad como la de Satanás, porque sabe más el diablo por viejo que por diablo...
Reina
Porque esa es la idea que se ha vendido desde tiempos inmemorables. Algunos, la comprarán y, otros tantos, se divertirán. Y con respecto a los pecados, es algo que, a mi parecer, son inexistentes, aunque me gusta la palabreja en sí y la utilizo en muchos de mis textos.
Cuando echo un vistazo al espejo y reparo en lo nauseabunda que soy, quisiera escupir al autor del mundo por haberse divertido creando un ser tan imperfecto. Recorro los dedos sobre mis costillas, como sobre un instrumento de cuerdas, y me sorprende lo cerca que estoy del sarcófago, ¡bastaría que resbale con un objeto pequeñísimo para que me fragmente la cabeza y muera en un santiamén! ¿Y es esta criatura humana la que dice tener linaje celestial? Lejos de parecer la obra de un Dios todopoderoso parece más bien el resultado de una bestia impía.
Nuestra carne, deleznable y pestífera, abriga al esqueleto, los vestidos envuelven la carne, las apariencias visten el ropaje; todo esto no son sino embelecos convencionales. Soy una timorata al no poder desnucarme por mi cuenta.
La ignorancia de corroe por las venas................digo en el caso de mi respuesta........la deje habierta y no conteste algo en particular....
tu respondistes a una pregunta especifica a otra persona..........y si.....puedes responder a quien se te de la gana........mas como esa pregunta que contestastes no iva dirigida a ti.......dio lugar a la confusion.
Shemá Yisraél, Adonáy Elohéinu, Adonáy Ejád
שְׁמַע יִשְׂרָאֵל יְהוָה אֱלֹהֵינוּ יְהוָה אֶחָֽד׃
Bueno amigo Alexander, no entendí lo que escribiste de inicio, pero la realidad es que al fin de cuentas nadie sale beneficiado de esto mas que los que le gusta leer camorra. Solo quiero puntualizar algunas cosas.
En el caso de tu respuesta, sí contestaste algo en particular pues hiciste quote en una frase de Mechanic.
En mi caso, no respondí a ninguna pregunta tuya puesto que lo tuyo no fué pregunta sino una contestación tratando de insultar (llamando a Mechanic mendigo). Y para ello utilizaste vulgarmente una gran frase hecha con mucha sabiduria y dolor por Hölderlin.
Solo puntualicé que Hölderlin no se equivocó y además te quise dar a entender que la forma en que utilizas esa frase era burda.
No contesté por Mechanic, ya que ella es una chica que puede defenderse muy bien de gente que emite opiniones sin haber razonado lo que ella escribe. Sus opiniones tienen mucho más trasfondo que ser solo una frase cursi, como malmente dijiste.
Por último tu intención no era ser sarcástico diciendo que ella usaba distintos nicks, te confundiste, sino lee la última parte del párrafo que tu mismo escribiste.
Olvidando este asuntacho y adentrándonos en el hilo, Yeah! Me gustó lo que dices de Lucifer Mechanic, me hiciste recordar mi época prefacista (frase robada a Bart Simpson).
Me preguntaba yo en esa época ¿Quien quiere más a los humanos, Dios o Satanás? Y mi respuesta la veía en el génesis, cuando la serpiente liberaba a los humanos del yugo de Dios, incitándolos a comer del fruto prohibido, logrando así que el ser humano fuera libre, que abriera los ojos, que dejara de ser como un animal semiconsciente de su realidad. Era abrirnos las puertas a la vida misma, sin restricciones.Y para no salirme del tema, Lucifer es un insurrecto, un amante de la libertad. Al templado y garboso Lucifer no lo frenan la condena eterna ni las amenazas de Dios. Al ecuánime Lucifer no se lo compra con cielos ni con edenes. Él no titubea de su propia decisión ante los galardones y castigos regalados para comprarlo y amedrentarlo respectivamente. No, él es apegado a su propia causa y razón, a su propia voluntad, pese a las secuelas. Y él no está de acuerdo con una divinidad superior, presuntuosa e ilusoria, a la cual considera que es menester derrotar, arriesgándose a la realización de los propias fantasías e ideales, por incontables que sean los peligros y las desdichas.
Qué buen antagonista es, digno de las mejores obras teatrales y de la vida misma.