Pues bueno, yo estuve en un templo, aunque por cuestiones de, ehm, negocios. Fue divertido, porque a una cuadra de llegar al templo, un par de amables señores me escoltó, me mostraron todo el templo y sus actividades, que interesado les seguí sin protestar; hasta que al final de la ruta les agradecí todas las consideraciones y aclaré las razones de mi presencia. En esa circunstancia me hablaron del fin del mundo y exhibieron sus preparativos. Debo decir que me agradó lo disciplinado de sus quehaceres y lo inteligente de sus previsiones, que de soldado, lo pasaría bien tomando en cuenta sus recomendaciones para la supervivencia.![]()