Pana, pues me quedo con la anterior, acerca de la frustración.
Primera pregunta: ¿Porque en vez de decirle a la parienta si echamos un polvo, no se lo preguntamos a la camarera del bar, o la florista de la otra esquina?. En una de esas no nos dice que nó. Es más, seguro que si te lo propone alguna de ellas, no le dices que nó, y no por falta de huevos sino precisamente por crecimiento de los mismos.
Admito que en tu caso, siendo modelo de fidelidad, te suceda. Afortunadamente, no tengo parienta. Claro que tampoco hay camarera en el bar que voy, ni floristería en la esquina.
Eso me lleva a la segunda: ¿El matrimonio no es frustrante? Porque mirá, yo creo que el matrimonio es como las cuentas, nunca te salen. Uno piensa: este mes no gastaré tanto en cerveza; en lugar de algúna que otra´visita a la charcutería me arreglaré con dos sobresitos de navidul...¿para que pata negra?; nopagaré la penúltima ronda en elbar; no echaré cinco monedas en la máquina ; la tarjeta bien aprisionada; etc. Y a fin de año, habré juntado para el caribe...¡Já...já...já¡ No creo que se llegue al mes. Por mi parte, ni al segundo día.-ç
En elmatrimonio es igual: lunes, miercoles, viernes y domingo -digamos cuando ya está asentado-, luego podemos bajar a tres...y aún a dos... y luego llegarán las jaquecas, doloresw de cabeza, cansancio, >¿lo dejamos paramañana?... aterciopeladamente, claro, Como en las cuentas, se las llevó el viento.
Y conste que no estoy despotricando contra el matrimonio, solo digo que es tan casi imposible como el orgasmo común aunque todo el mundo afirme tenerlo (a menos que te toque la lotería de una multiorgásmica, cuando entonces puedasde puta casualidad casar el tuyo con alguno de ella, con el inconveniente de que ella quiere seguir y uno se pone blandito como los helados que se van calentando al rayo del sol (al menos esos chorrean algo).
Pero,pese a estas refelxiones, coincido contigo. El sexo es una frustración. Algunos, que no lo han probado nunca, esperan la llamada dela madre naturaleza,. media durita la vieja para echarle un quenco. Otros confian en su media naranja (bah, media siempre con tres o cuatro gajos más) y le sale el tiropor la culata. Otro buesca, anxuelo y caña en mano donde està el cardúmen, confiando en que algo sacará. Y a fin de cuentas, como diría un misógino amigo, encontrarás un agujero blando y relativamente peludo enla oscuridad ede una habitación. Más o menos agradable, conposibilidades de sumergirse en un buen par de tetas -o no-, o esperando que le acaricien el oído con la quinta de behetoven y te salen con el cruzaito... Siempre es frustrante, amigo mío.
Per cuando toca toca. Y a no cagarse...marrón..