La frase "la sangre de Jesús nos salva"
se refiere a la creencia cristiana
de que la muerte sacrificial de Jesús
y específicamente
el derramamiento de su sangre,
es el medio por
el cual los creyentes son salvados del pecado
y la condenación eterna.
Esta creencia se basa
en pasajes bíblicos
que describen la sangre de Jesús
como un sacrificio expiatorio
que paga por los pecados de la humanidad.