Jesucristo dijo misericordia quiero y no sacrificios. Y además enseñó los verdaderos mandamientos de Dios, que son los que Jesucristo enseña en el Evangelio.
Y los mandamientos de Dios son para siempre pues la Escritura dice sobre los mandamientos de Dios, es decir el Pacto de Dios, que para siempre fue ordenado su Pacto.
Y es que lo que cambió en el Nuevo Pacto es el lugar donde escribió su ley dada para siempre, pues Dios la escribió en el corazón de sus hijos en lugar de en tablas de piedra.