Los ángeles que se aparecieron a siervos de Jehová en la antigüedad, no eran fantasmas o (espíritus demoníacos)
La situación fue diferente de aquella en la que el resucitado Jesús se apareció de repente en medio de sus discípulos, y ellos se imaginaron que estaban contemplando (un espíritu griego,pneuma) Lucas 24:36, 37.
Sin duda que las palabras de Jesús en esta ocasión no tuvieron el propósito de convencerlos meramente de su realidad, sino, más bien, de asegurarles que aparecía ante ellos en forma carnal humana y no como un espíritu,MATERIAL por esto les dijo: Palpenme y vean, porque un espíritu no tiene carne y huesos así como contemplan que yo tengo. Lucas 24:38-43
Por lo tanto, no debían atemorizarse, como le sucedió a Daniel en una aparición angélica pavorosa de naturaleza completamente diferente.