A Jesús le preocupa muchísimo la reputación de su Padre (Juan 14:31).
Le angustiaba mucho que el hecho de ser acusado
de blasfemia y sedición pudiera deshonrar el nombre de su Padre.
Por eso le dijo: “Padre mío, si es posible, aparta de mí esta copa” (Mat. 26:39).
Como se mantuvo leal hasta su muerte,
Jesús pudo vindicar de manera definitiva el nombre de Jehová.
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
Jesús pidió con lagrimas
que se hiciera la voluntad de Dios
El quería cumplir lo que estaba escrito
respecto a el por lis profetas
por eso dijo que se hiciera la voluntad de Dios
y no la voluntad de el.
Jesus se preocupaba
mucho
por las profecías de las biblias
Por eso no pidió ayuda
para parar su muerte
el amaba a Dios
y Dios lo ama a el
lo ama mucho
li sentó a su lado en los cielos
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)