
Iniciado por
ELB
El capítulo catorce de Juan sirve como el discurso de despedida de Jesús a sus discípulos. La pronta crucifixión dejaría a sus seguidores asustados y confundidos, por lo que Jesús les proporcionó consuelo y seguridad en cuanto a varias cosas, incluyendo cómo llevarían a cabo su obra. Parte de este consuelo fue la promesa de que Jesús escucharía y respondería a sus oraciones. Jesús les dice que todo lo que pidan “en mi nombre” les será concedido.
Solo que jamás le ha concedido nada a nadie.
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.