Cita Iniciado por tomas0402 Ver Mensaje
Antes de buscar explicaciones milagrosas o mágicas de los sucesos, se debe buscar la explicación racional y lógica.

Según lo narrado en el evangelio de Juan, los discípulos tuvieron alucinaciones y creían ver a Jesús.
Palabras clave:
- «estando las puertas cerradas».
- «se presentó Jesús en medio de ellos».

Si los judíos no podían entrar, tampoco podía entrar el “cuerpo resucitado” de Jesús.
No le vieron venir andando desde… algún lugar. Ese «se presentó en medio de ellos» indica que se trata de una aparición.

La alucinación la tuvieron los dos días.
Se trata de una alucinación de manual.

Da que pensar que:
- Nadie vio resucitar a Jesús (a pesar de que lo había avisado).
- En las supuestas apariciones de Jesús a sus discípulos, hay claros indicios de que se tratan de alucinaciones.

19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.»
26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.»

(Juan 20:19, 26)

Yo me limito a comentar lo que está escrito en el evangelio, «ni quito ni pongo rey».
Cita Iniciado por ELB Ver Mensaje
asumiendo que un cuerpo resucitado y glorificado por Dios sea igual a un cuerpo no glorificado, tal como el de Cristo-.
¿De qué cuerpo glorificado hablas? Cuando Jesús se “apareció” a María Magdalena, esta confundió el “cuerpo glorificado” de Jesús con el “cuerpo no glorificado” del hortelano.

Muy raro ¿No?

Hay un hecho muy evidente y que conviene destacar: Nadie piensa que Jesús pueda haber resucitado ni cuando se encuentran la tumba vacía.

Muy raro ¿No?

14 Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
15 Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.»

(Juan 20:14-15)