(Lucas 9:57, 58) Ahora bien, mientras iban por el camino, alguien le dijo:
“Te seguiré a cualquier lugar adonde partas”.
58 Y Jesús le dijo: “Las zorras tienen cuevas y las aves del cielo tienen donde posarse,
pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza”.
¿El hijo del hombre? jajajaja
En estupendas casas calentitas y secas, con sofás y camitas blanditas.