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Jesús enseñó que sus discípulos “no son parte del mundo” (Juan 15:19).
Esto significa que son neutrales, es decir, que no toman partido
en los asuntos políticos ni en las guerras.
Los cristianos respetamos a los gobiernos. Jesús dijo:
“Páguenle a César lo que es de César”.
Y es lo que hacemos: obedecemos las leyes del país,
como las que exigen el pago de impuestos (Marcos 12:17).
La Biblia enseña que, si los gobiernos humanos gobiernan,
es porque Jehová se lo permite (Romanos 13:1).
Por eso reconocemos que la autoridad de estos gobiernos no es absoluta, es inferior a la de Dios.
Estamos seguros de que nuestro Dios y su Reino celestial
resolverán los problemas de la humanidad.
gual que Jesús, nosotros no nos involucramos en la política.
Cuando la gente vio uno de los milagros de Jesús y trató de hacerlo rey aquí en la Tierra, él no lo permitió (Juan 6:15).
¿Por qué no? Él mismo dijo más tarde: “Mi Reino no es parte de este mundo” (Juan 18:36).
[COLOR=#ff0000][B]Los discípulos de Jesús demostramos de varias maneras que somos neutrales. ]