Los apóstoles y primeros cristianos que escribieron el Evangelio conocían el arameo y también el Griego, porque el griego era lo que hablaban los Romanos en los tiempos de Jesucristo.
Los apóstoles y primeros cristianos que escribieron el Evangelio conocían el arameo y también el Griego, porque el griego era lo que hablaban los Romanos en los tiempos de Jesucristo.