La fundación del mundo ha tenido lugar desde que Adán y Eva Eva engendraron prole que podía beneficiarse de la provisión divina para la redención de la humanidad.
Pero ¿por qué se separa a las ovejas hacia el lado del favor de Rey, hacia su derecha? Porque me dio hambre —contesta el rey—, y ustedes me dieron de comer; me dio sed, y me dieron de beber. Fui extraño, y me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, y me vistieron. Enfermé, y me cuidaron. Estuve en prisión, y vinieron a mí.
Puesto que las ovejas están en la Tierra, quieren saber cómo pudieran haber hecho cosas tan buenas para su Rey celestial. Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos —preguntan—, o con sed, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos extraño y te recibimos hospitalariamente, o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo, o en prisión, y fuimos a ti?
En verdad les digo —contesta el Rey—: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos hermanos míos, a mí me lo hicieron.
Los hermanos de Cristo son los que quedan en la Tierra de los 144.000 que gobernarán con él en el cielo. Y Jesús dice que hacerles el bien a ellos equivale a hacerle el bien a él.