Tú Kimo al igual que Jandulillai, os pasáis el día diciendo yo no hago esto yo no hago lo otro, justificandoos.... Pero matáis con vuestra lengua porque no predicáis la enseñanza cristiana del Evangelio, ni enseñáis a guardar y predicar los misericordiosos mandamientos que son necesarios para entrar en la vida.