El caso de los fariseos, de quienes Jesús dijo que, como clase, estaban destinados al Gehena, la destrucción eterna.Mat. 23:23, 33 Evidentemente la falta de misericordia contribuyó en gran parte a que merecieran esta condenación.
El problema de los fariseos se debía básicamente a su extremado enfoque legalista a todos los asuntos. Se interesaban intensamente en reglas, reglamentos y procedimientos, pero pasaban por alto o daban menos consideración a los principios más importantes de la Palabra de Dios y a los preceptos fundamentales de la adoración verdadera. Ciertamente no eran como Aquel que ellos afirmaban era su Padre celestial. Juan 8:41