“Dios lo ensalzó a un puesto superior”. (Filipenses 2:9.)
Si Jesús hubiera sido Dios,
¿cómo se podría haber ensalzado, es decir,
levantado a un puesto superior al que tenía antes?
Si antes de su ensalzamiento Jesús hubiera sido igual a Dios,
el ensalzarlo más lo habría hecho superior a Dios.