
Iniciado por
Elisabet*
La parábola del fariseo y el publicano enseña que el fariseo se creía muy justo pero veía al publicano como un pecador. Pero en ningún momento enseña aquel fariseo que había que guardar los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y que Él mandó guardar para entrar en la vida.
Aquella parábola te define más bien a ti, que te crees muy justo, y a los demás nos ves como pecadores, pues esta parábola decía así:
Lucas 18:9
A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:
18:10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
18:11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
18:12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
18:13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
18:14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Bien dicho Elisabet aquellos que no predican el Evangelio ni sus misericordiosos mandamientos, se creen que lo saben todo y que pueden enseñar a los cristianos, lo que nos dice el Evangelio, cosas disparatadas que son inconcebibles.
Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...