Todo lo hizo para enseñar los verdaderos mandamientos de Dios y no hizo sacrificios, porque Dios no quiere ni manda sacrificios, y Jesucristo hizo la voluntad del Padre, que no quería sacrificios, ni los había mandado.
"Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7)