
Iniciado por
Elisabet*
Veo que no has leído nada o no te importa lo que enseña el Evangelio. Pero debes leer lo que respondí:
Iniciado por Elisabet* 
Mira el diccionario griego y verás que la palabra griega amartiaV significa error, pecado, falta... Y es que pecado o error es desobedecer los verdaderos mandamientos de Dios, pues Jesucristo dice:
Juan 15:22
Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado.
Esto es porque antes de venir Jesucristo el pueblo estaba en tinieblas porque no conocía la verdadera ley de Dios porque la ley había sido cambiada en mentira por la pluma mentirosa de los escribas.
Entonces, cuando vino Jesucristo a enseñar los verdaderos mandamientos de Dios, el pueblo que estaba en tinieblas vio gran luz. Pero aquellos que no quisieron recibir los mandamientos de Jesucristo, que son los verdaderos mandamientos de Dios, no salieron de su pecado o error, como los fariseos que decían que veían y mira lo que Jesucristo les respondió:
Juan 9:40
Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos?
9:41 Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.
Juan 9:40 Jesus nos enseña con este interesante relato
aqui no hay ningun mandamiento. solo un relato...
Los fariseos, que se encuentran ahí mismo, no están ciegos.
Pero ¿y en sentido espiritual?
¿Están cumpliendo con su responsabilidad de guiar al pueblo?
Se ponen a la defensiva y le preguntan:
“Nosotros no estamos ciegos también, ¿verdad?”.
Jesús les dice: “Si fueran ciegos, no serían culpables de pecado.
Pero, como ustedes dicen ‘Nosotros vemos’,
su pecado permanece” (Juan 9:40, 41).
Son maestros de Israel, pero han rechazado al Mesías,
así que no tienen excusa.
Con todo lo que saben sobre la Ley, rechazar a Jesús es un grave pecado.
no debes hacer igual que los fariseos que rechazan a Jesús
tu dices que no tenemos pecado
pero no entiendes lo que dices
Pues Jesus dio su sangre por nuestros pecados
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)