Cuadragésimo octavo (masacre) de Jehová o Yahveh o Jesucristo.
(Sigo opinando que los que escribieron la Biblia no tenían ni puta idea de números. Muy grande debería de ser la terraza del templo para que sobre ella se reunieran 3.000 personas. Es muy probable que el templo se hundiera por el peso, y no por el empujón de Sansón).
27 La casa estaba llena de hombres y mujeres. Estaban dentro todos los tiranos de los filisteos y, en el terrado, unos 3.000 hombres y mujeres contemplando los juegos de Sansón.
28 Sansón invocó a Yahveh y exclamó: «Señor Yahveh, dígnate acordarte de mí, hazme fuerte nada más que esta vez, oh Dios, para que de un golpe me vengue de los filisteos por mis dos ojos.»
29 Y Sansón palpó las dos columnas centrales sobre las que descansaba la casa, se apoyó contra ellas, en una con su brazo derecho, en la otra con el izquierdo,
30 y gritó: «¡Muera yo con los filisteos!» Apretó con todas sus fuerzas y la casa se derrumbó sobre los tiranos y sobre toda la gente allí reunida. Los muertos que mató al morir fueron más que los que había matado en vida.
(Jueces 16:27-30 - Biblia de Jerusalén)
La Verdad nos hará libres.