En la dispensación de la Ley de Dios, Dios castigaba a los pueblos idólatras y abominables con la muerte incluso de los niños pues ellos eran los futuros habitantes de esos pueblos que pronto estarían listos para sacrificar a sus recién nacidos por el fuego para sus ídolos. Pero hoy en día estamos en la dispensacíon de la gracia en donde reina el perdón de Dios a los hombres por sus pecados. El personaje principal del cristianismo no es Jehová sino Jesucristo y éste predicó: amen a sus enemigos. Lejos quedó la percepción que tenían los hombres de Dios.