Dios no manda a su hijo a hacer sacrificios, porque Dios ni manda ni quiere sacrificios, quiere misericordia y amor al prójimo... Tú amas los sacrificios y la muerte, así que tú tendrás que dar cuentas de amar tanto el viejo Testamento, y no hacer lo que manda a Jesucristo.
Predicar el Evangelio por todos los pueblos y a toda criatura.