
Iniciado por
tomas0402
Cuando nos hemos sentado a leer UN CUENTO, hemos asumido que no debemos hacernos preguntas ante lo absurdo de personajes o situaciones (Pulgarcito; La Cenicienta; Pinocho; etc.).
Pero si leemos escritos que nos dicen que no son CUENTOS, ahí sí nos está permitido hacernos preguntas pues, en este caso, las cosas no son “así porque sí” (o no deberían ser).
Hay que reconocer que la historia narrada en los siguientes versículos es rara de cojones. ¿No tenían familias estas gentes? ¿No tenían obligaciones familiares? ¿Alguien sabe si algún Apóstol tenía hijos?
Al menos Elías permitió a Eliseo “ir a besar a su padre y a su madre”.
“Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores.
17 Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres (**)»
18 Al instante, dejando las redes, le siguieron.
19 Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes;
20 y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él”.
(Marcos 1:16-20 - Biblia de Jerusalén)
13 Salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía a él, y él les enseñaba (***).
14 Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme.» El se levantó y le siguió.
(Marcos 2:13-14 - Biblia de Jerusalén).
(**) Dudo que entendieran eso. Luego, no se enteraban de nada.
(***) Está claro que el paro y el desempleo ya existía en la época de Jesús.