Los cristianos que predican la misericordia (Misericordia, Elisabet y Roberto) tienen tanta soberbia como cualquier otro.
No se han dado cuenta que les hemos descubierto sus marrullerías, y actuamos como ellos.
Tenéis varios foros saturados de vuestros muchos hilos que todos dicen lo mismo.
Cualquiera que lea vuestros hilos, termina por hacerse ateo. Esa es vuestra predicación del evangelio.