Sexagésimo cuarto asesinato (masacre) de Jehová.
1 En tiempo de David hubo hambre por tres años consecutivos. David consultó el rostro de Yahveh y Yahveh respondió: «Hay sangre sobre Saúl y sobre su casa, porque mató a los gabaonitas.»
2 Llamó el rey a los gabaonitas y les dijo: (Estos gabaonitas no eran israelitas, sino uno de los residuos amorreos, a los que los israelitas habían hecho juramento. Pero Saúl intentó exterminarlos, llevado del celo por los israelitas y Judá.)
3 Dijo, pues, David a los gabaonitas: «¿Qué debo hacer por vosotros y cómo puedo aplacaros para que bendigáis la heredad de Yahveh?»
4 Le respondieron los gabaonitas: «No es para nosotros cuestión de oro ni plata con Saúl y su casa, ni se trata de hacer morir a nadie en Israel.» El dijo: «Haré por vosotros lo que me digáis.»
5 Entonces ellos dijeron al rey: «Aquel hombre nos exterminó y proyectó aniquilarnos para hacernos desaparecer de todos los términos de Israel.
6 Que se nos entreguen siete de entre sus hijos y los despeñaremos ante Yahveh en Gabaón, en el monte de Yahveh.» El rey dijo: «Os los entregaré.»
7 Pero el rey perdonó a Meribbaal, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a causa del juramento de Yahveh que había entre ellos, entre David y Jonatán, hijo de Saúl.
8 Tomó el rey a los dos hijos que Rispá, hija de Ayyá, había dado a Saúl, Armoní y Meribbaal, y a los cinco hijos que Merab, hija de Saúl, había dado a Adriel, hijo de Barzillay de Mejolá
9 y los puso en manos de los gabaonitas que los despeñaron en el monte ante Yahveh. Cayeron los siete a la vez; fueron muertos en los primeros días de la cosecha, al comienzo de la siega de la cebada.[...]
14 Sepultaron los huesos de Saúl, los de su hijo Jonatán y los de los despeñados, en tierra de Benjamín, en Selá, en el sepulcro de Quis, padre de Saúl, y ejecutaron cuanto había ordenado el rey, después de lo cual Dios quedó aplacado con la tierra.
(2 Samuel 21:1-9, 14 - Biblia de Jerusalén)
La Verdad nos hará libres.