Flavio Josefo habló de Jacobo, pero jamás dijo que fuera hermano de jesús ni muchos menos cristo.
Flavio Josefo, en sus «Antigüedades judías» (XX, 197), se refiere a este Jacobo, a quien el sumo sacerdote Anás el Joven, «ordenó apedrear, acusándolo de haber quebrantado la ley». Acaeció esta lapidación, según el testimonio de Flavio Josefo, tras la muerte del procurador Festo (año 62 ) y punto pelota.