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Jandulilay, ¿puedes entender esto que te respondí?:

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Dios había dado su ley y sus mandamientos. pero estos fueron cambiados por la pluma mentirosa de los escribas. Por eso Dios haría un Nuevo pacto, pero este pacto no era una ley diferente a la que Dios había dado, pues el nuevo pacto sería que Dios daría su ley en la mente de sus hijos y la escribiría en su corazón, como dice el profeta Jeremías:

Jeremías 31:31-33
este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Yavé: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón

Entonces, la Ley del Nuevo Pacto, que es la Ley que Jesucristo nos enseñó cuando predicó el Evangelio, es la Ley que Dios había dado realmente a Moisés y al pueblo de Israel, porque la profecía de Jeremías dice "Daré mi ley...." (la Ley que realmente habla dado Dios
y no los mandatos y leyes que Jesucristo abolió del viejo testamento porque no eran verdadera ley de Dios).

Jesucristo dio su vida por volvernos a enseñar la verdadera Ley de Dios, que es la ley y los mandamientos que Jesucristo nos enseñó cuando predicó el Evangelio y que es la ley del Nuevo Pacto. Por eso la sangre de Jesucristo es la sangre del Nuevo Pacto, porque Él dio su vida para enseñarnos la ley que realmente había dado Dios a Moisés y al pueblo de Israel, que son los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio, y no todos los mandatos que están escritos en el Viejo Testamento.

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Mira Elisabet todo lo que está implicado EN EL NUEVO PACTO. La noche antes de morir, el 14 de Nisán del año 33 E.C., cuando Jesucristo instituyó la celebración de la Cena del Señor, anunció el nuevo pacto, que sería validado por su sacrificio,


Dios no había mandado sacrificios, pues Jesucristo dijo:

Mateo 12:7
Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes.

Así que el Nuevo Pacto son los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio, que son los mandamientos que Dios había dado realmente y no los sacrificios, que fueron abolidos por Jesucristo porque no eran de Dios, pues Jesucristo no vino a abolir la verdadera ley de Dios. Y es que la verdadera Ley de Dios y sus mandamientos, que son los mandamientos del Evangelio, fueron dados para siempre:

Salmos 111:7-9
Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos, Afirmados eternamente y para siempre, Hechos en verdad y en rectitud. Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto

Salmos 119:152
De tus decretos he sabido hace tiempo que para siempre los has establecido

Mateo 5:17-20
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas..., ni una jota ni una tilde pasará de la ley...