Ningún evangelista fue testigo directo de la vida de Jesús.
Ningún evangelista conoció a Jesús.
Ningún evangelista dice: “Y nos seguían. Y tuvimos que huir. Compramos. Jesús me dijo. Le oír decir a Jesús”.
Incluso, si nos fijamos cuando fueron apareciendo los evangelios, o el promedio de vida por aquel entonces era más alto que hoy día, o escribieron de oídas.
…Y al escribir de oídas…