Los verdaderos cristianos somos el Eías que había de venir, nosotros predicamos lo que Dios quiere, y lo que Dios quiere es la misericordia, para todas las personas de buena voluntad.

Y aquellos que nos acusan de cosas locas, es que no vienen de Dios. Solo vienen del diablo por eso odian el Evangelio de Jesucristo, y por eso odian a los que predicamos el Evangelio.

Los hijos del Diablo saben que Jesucristo los apóstoles y primeros cristianos, eran misericordiosos y practicaban la misericordia.

Comparar a Jesucristo y a los primeros cristianos con las religiones que aparecieron después amigas de las inquisiciones y penas de muerte, es renegar de las misericordiosas enseñanzas del Evangelio.

Esas religiones falsas fueron inventadas e impuestas por los ateos, que se hicieron pasar por cristianos, pero buenos cristianos siempre ha habido, y han nacido para descubrir todas las tentativas de satanás. Aquellos que no hacen distinción entre verdaderos cristianos y falsos cristianos, es que son seres confundidos por satanás.