Pues en parte tienes razón, los pobrecillos que pacientemente esperamos a que los Tribunales de Justicia de todo el mundo os juzgaran por pederastas y que al ser conocedores de los cientos de miles de víctimas de las que abusasteis aún seguís vivos y no os han cortado el pescuezo delante de vuestro altar.
Lo digo porque siendo madre si alguno de mis hijos hubiera sido afectado por dichos abusos (aún cuando se que reaccionarían acorde al caso) el abusador viviría lo que yo tardara en enterarme. Sin remordimiento alguno lo ejecutaría sin piedad. Y ten por seguro que no me pillarían.