Saludos, paz y bendiciones en nombre de Ieshu el Ungido, a mis hermanos, a los incrédulos y a los que dudan.
Los hombres que no creen en Dios son tan necios, que no aceptan la bondad de Dios, aunque sea gratuita. Dios envió a su Hijo, engendrado de Él, para que todo el que crea se salve.
Estos infames son tan faltos de entendimiento que ni aún saben que Dios es más inteligente que un humano; que no tienta a nadie para que peque, ni Él puede ser tentado. Mas prueba el corazón de los hombres, para recompensar a cada uno conforme a sus obras, conforme a las obras de sus manos.