Alabar a Dios (Jesucristo) y confesar su nombre, eso es amor a Dios, no sacrificio. Jesucristo enseña en el Evangelio que Dios no quiere sacrificios. No se deben enseñar cosas diferentes a lo que Jesucristo enseña en el Evangelio. Así que debes tener cuidado con lo que está escrito en las Biblias que contradice al Evangelio.