Iniciado por
Roberto0
Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico en el reino de los cielos.
Eso no te libra de tu hipocresía, sino que tu negativa a deshacerte de tus bienes te convierte en traidor a tu propia prédica.
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.