Cita Iniciado por Ju@njo Ver Mensaje
Buenas KIMO,

Y por eso mismo dicen las escrituras que era un hombre pecador, y para eso vino Jesucristo a su casa, para buscar y salvar a los perdidos como Zaqueo que en lugar de darlo todo, seguía buscando seguir siendo rico, en lugar de darlo todo y seguir a Jesucristo y lo que manda el Evangelio de Dios, repartirlo todo entre los pobres y seguir las enseñanzas de Dios en el Evangelio.


"Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador." Lucas 19, 7


"Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido." Lucas 19, 10

Por lo tanto KIMO, ¿De quién es el reino de Dios?


"Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios." Lucas 6, 20

"Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?" Santiago 2, 5

"Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios." Lucas 18, 24-25
Seamos ricos o pobres, todod somos pecadores
Mientras Jesús cruza la ciudad de Jericó, muchísimas personas lo siguen.
Todos quieren ver al que ha curado a los ciegos. Pero, como Jesús está totalmente rodeado de gente, algunos ni siquiera pueden verlo.

Esto es lo que le ocurre a Zaqueo, el jefe de los cobradores de impuestos de Jericó y sus alrededores.
Como es de baja estatura, no puede ver lo que está pasando, así que se adelanta y se sube a un sicómoro
o higuera moral que está en el camino por donde va a pasar Jesús. Desde allí, puede ver todo mejor.

Cuando Jesús se acerca y ve a Zaqueo subido al árbol, le dice:
“Zaqueo, baja enseguida, que hoy tengo que quedarme en tu casa” (Lucas 19:5).
Zaqueo baja y corre a su casa para recibir a su invitado de honor.

Cuando la gente ve lo que está pasando, empieza a murmurar.

No les parece bien que Jesús vaya a la casa de un hombre que ellos consideran pecador,
ya que Zaqueo se ha hecho rico presionando a los que les cobra impuestos para que le den más dinero del debido.
Al ver a Jesús entrar en la casa de Zaqueo, la gente protesta: “Fue a hospedarse en la casa de un pecador”.

Sin embargo, Jesús cree que Zaqueo puede arrepentirse, y eso es precisamente lo que ocurre.
Zaqueo se levanta y dice: “Mira, Señor, les voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes,
y todo lo que conseguí extorsionando a los demás lo devolveré multiplicado por cuatro” (Lucas 19:7, 8).

Sin duda, eso es una prueba clara de que Zaqueo está arrepentido de corazón. Parece que, por sus registros,
puede calcular cuánto les ha cobrado de más a algunos judíos y se compromete a devolverles cuatro veces esa cantidad.
Eso es incluso más de lo que la Ley exige (Éxodo 22:1; Levítico 6:2-5).
Y no solo eso. Zaqueo promete darles a los pobres la mitad de sus posesiones.

Jesús se alegra de que Zaqueo demuestre que está arrepentido y dice:
“Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque él también es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido” (Lucas 19:9, 10).