Famoso es el pasaje de Jesús y la higuera. Digo que es famoso porque surgen dudas difíciles de dar respuesta.
Es narrado por Marcos y Mateo; Lucas lo omite, y en su lugar pone la parábola de la higuera estéril; parábola que solamente figura en su evangelio.
Lucas omitió este pasaje porque entre Marcos y Mateo nos dejan en la duda de qué ocurrió verdaderamente.
Marcos nos cuenta que Jesús vio de lejos una higuera que tenía hojas, y fue a ella a ver si tenía algo. No halló fruto en ella, pues según Marcos “No era tiempo de higos”.
“Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos”, pero la higuera quedó como estaba. Y se marcharon a Jerusalén, donde sucedió lo de Jesús, el Templo y los mercaderes.
Al día siguiente, de regreso, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. “Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado”.
Cuando Mateo iba a copiar de Marcos este pasaje, se dio cuenta que había dos cosas raras: ¿Cómo es posible que Jesús no supiera que “no era tiempo de higos”? y ¡Qué raro resulta un milagro en diferido!
Mateo no se anda con rodeos; copia el pasaje, pero lo rectifica a su gusto: La higuera está cerca del camino; nada se dice del tiempo que era, y la higuera se seca de inmediato (milagro en directo).
Hace bien Lucas en obviar este pasaje. Ya la han liado bien sus compañeros.
Si así actúan los evangelistas ¿Qué no se puede esperar de los copistas?
“Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre.
13 Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos.
14 Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.
15 Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
16 y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno.
17 Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
18 Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina.
19 Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad.
20 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces.
21 Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas”.
(Marcos 11:12-26 Reina-Valera 1960)
“Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre.
19 Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera.
20 Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera?
21 Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.
22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”.
(Mateo 21:18-22 Reina-Valera 1960)
Última edición por tomas0402; 01-may.-2021 a las 07:44
La Verdad nos hará libres.