Ahora comprendo por qué prefieres las cartas atribuidas a Pablo torcidas por los indoctos antes que seguir fielmente el Evangelio. El Pablo de esas cartas es amigo de los ricos mientras que Jesucristo así dice a los ricos:
Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico. Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! [/FONT] Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios." (Lucas 18:18-25)
Los que ponen sus bienes todo al servicio de los pobres son los que hacen lo que Jesucristo manda, que así les dice:
"Amarás a tu prójimo como a ti mismo".