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tomas0402
Regresemos de donde fuimos para saber el por qué de la guardia en el sepulcro de Jesús.
Después de que el ángel las invitó a ver el sepulcro vacío, les dijo:
“E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho.
8 Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, 9 he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: !!Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. 10 Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán”.
Quiero llamar la atención sobre lo que escribe Mateo: “Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron”. Difiere bastante de lo escrito por Juan del mismo evento: “Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios”.
Esto que acabo de escribir entre comillas es lo que relata el evangelio de Juan, que ya comentaré en su momento.
Entre tanto ¿Qué pasó con la guardia?
Transcribo lo relatado por Mateo:
“11 Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. 12 Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, 13 diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. 14 Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. 15 Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy”.
Sin rigor histórico ¡Qué bien se montan patrañas!
En primer lugar, cabe preguntarse por el impacto que causaría a unos soldados (personas) el terremoto; la bajada del ángel; el remover la piedra y el aspecto del ángel. Posiblemente un impacto tremendo.
Una vez que se levantaran y vieran el sepulcro vacío, se presentarían a sus superiores militares, que también habrían percibido el terremoto, y les contarían qué es lo que sucedió en la tumba que estaban custodiando (lo de que dieron aviso a los principales sacerdotes, demuestra lo fácil que le resulta a Mateo urdir fábulas).
En aquellos tiempos, todo soldado que se durmiese durante la guardia, era condenado a muerte. Con qué ligereza y falta de conocimiento trata Mateo el asunto del soborno de la guardia. Nadie vende su vida a sabiendas. El pretexto que les pedían los sacerdotes era que “se habían dormido”: Su condena a muerte.
“Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos”. Como si existiera la posibilidad de que no lo oyera. Siendo soldados romanos, poco podían hacer por salvarles de la muerte.
Mateo, con tal de inventar una historia a su gusto, no repara en convertir en ruin a cualquiera.
Me extraña que Mateo no haya dicho que la guardia estaba bajo las ordenes de aquel centurión que en el Gólgota dijo: “Ciertamente, este hombre era inocente”.
>Excusatio non petita, accusatio manifesta<