Cita Iniciado por 52865L Ver Mensaje
Mi humilde opinión es que ni ha habido ni habrá venida de ningún personaje divino, porque lo divino es sólo un producto de la imaginación humana. La discusión al respecto de lo que dicen los textos bíblicos de las distintas biblias que hay, no deja de ser interesante, aunque sea como hablar de unicornios.

Otra opinión que sostengo es que ninguna religión monoteísta, panteísta, o de cualquier tipo de las que existen actualmente y tienen respaldo de amplias comunidades de fieles y seguidores, tienen un papel significativo en la dinámica de las sociedades actuales (a excepción de la musulmana), ni creo que llegue a tenerla en un futuro próximo. Para mi forma de ver, lo único realmente determinante que hay como denominador común en todas las sociedades humanas actuales, es el modelo económico imperante basado en el libre mercado y la propiedad privada de los recursos naturales y los medios de producción. Hay muchas variantes de este modelo económico (una variante digna de especial atención es la china) pero todas se resume en lo mismo, el concepto capitalista de propiedad y la consecuente acumulación de la riqueza en un numero muy pequeño de manos.

Para finalizar, igualmente en mi opinión, sostengo que la función y el sentido principal que tiene y ha tenido siempre las religiones, es desviar el foco de la verdadera raíz de los problemas humanos en cuanto colectividad, en favor de los privilegios y ventajas de unos cuantos. Indicio de ello es por ejemplo la doble moral que ha mantenido secularmente las iglesias cristianas (mayoritarias en el mundo occidental), una moral para pobres y otra moral para ricos.
En cuanto al primer párrafo, “la venida de un personaje divino”, ni quito ni pongo una sola sílaba.

En cuanto al segundo párrafo, disiento. La Iglesia Católica, desde Constantino hasta nuestros días, ha tenido una influencia en la sociedad occidental, que raya en lo increíble. La interminable, oscura y macabra Edad Media, es testimonio de lo que digo.

Y en cuanto al tercer párrafo, repito lo que dije sobre el primero.