El problema que observo en la mayoría de los creyentes es que no se hacen preguntas; ni siquiera preguntas religiosas.
Todo creyente habrá leído en el evangelio (o en los evangelios), que Jesús fue entregado a José de Arimatea y éste, acompañado de Nicodemo, lo enterró en un panteón de su propiedad.
De todos los pobres que ensalzó Jesús, nadie se presentó ante Pilato. Solamente se presentó José de Arimatea ¿Y porqué esto fue así? Porque no podía ser de otra forma. Poderoso caballero es don dinero. José de Arimatea era rico.
Así ha sido la sociedad siempre. José de Arimatea era un hombre rico e influyente. Posiblemente era amigo de Pilato. En aquel momento, solamente una persona muy influyente pudo hacer lo que hizo José de Arimatea. Y solamente ante una persona muy influyente, pudo tomarse Pilato las molestias que se tomó; preguntado al centurión si Jesús estaba muerto, y después, ordenando le fuera entregado a José.
La vida, desde sus comienzos, siempre ha sido igual; o sea, desigual: Siempre ha habido inteligentes y torpes; sabios y tontos; interesados y altruistas; ricos y pobres; etc.
En todo caso, si José de Arimatea hubiera dejado de ser rico, no le hubieran entregado el cuerpo de Jesús. Y Jesús hubiera sido enterrado en una fosa común ¡Qué pena! ¿No?
La Verdad nos hará libres.