El atril de la consola lo talló un artesano de El Cuzco que conocí en una feria artesanal en Santiago hace como 25 años atrás.
Le pagué el monto convenido, y luego me envió el atril algunas semanas mas tarde, y un amigo de él lo llevó a mi casa.

El resto de la consola (incluídas las alas laterales del atril) fueron hechas por mi.
Los teclados pertenecen a dos teclados M-Audio que compré en alguna tienda de artículos musicales.
No me alcanzó el bolsillo para encargar teclados de suspensión magnética (de idéntico "touch" a un órgano de tracción mecánica), porque cada teclado de 56 teclas costaba algo más de US$2400 puestos en chile.
Los teclados M-Audio me costaron US$70 c/u.