Sant. 3:13 ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que muestre por su conducta excelente sus obras con una apacibilidad que pertenece a la sabiduría. 14 Pero si ustedes tienen en el corazón amargos celos y espíritu de contradicción, no anden haciendo alardes y mintiendo contra la verdad. 15 Esta no es la sabiduría que desciende de arriba, sino que es [la] terrenal, animal, demoníaca. 16 Porque donde hay celos y espíritu de contradicción, allí hay desorden y toda cosa vil.
17 Pero la sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita. 18 Además, en cuanto al fruto de la justicia, su semilla se siembra en condiciones pacíficas para los que están haciendo la paz.
Gál. 5:16 Así pues, les digo esto: sigan andando de acuerdo con el espíritu y así no harán realidad ningún deseo de la carne. 17 Porque la carne, debido a sus deseos, se opone al espíritu y el espíritu se opone a la carne. Como uno se opone al otro, ustedes no hacen las cosas que quieren hacer. 18 Es más, si el espíritu los guía, no están bajo la ley.
19 Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, y son la inmoralidad sexual, la impureza, la conducta descarada, 20 la idolatría, el espiritismo, las enemistades, las peleas, los celos, los arrebatos de ira, las riñas, las divisiones, la formación de sectas, 21 la envidia, las borracheras, las fiestas descontroladas y cosas como estas. Les aviso, como ya les advertí antes, que los que practican estas cosas no heredarán el Reino de Dios.
22 Por otra parte, el fruto del espíritu es amor, felicidad, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fe, 23 apacibilidad, autocontrol. No hay ley en contra de esas cosas.