Habremos partido al rededor de las 8 de la mañana y a la media hora ya teniamos el desayuno. Arroz con curry y pescado con curry (mo soy muy fanático de la comida hindú. Allá hasta las pizza Hut tienen curry).
Es curioso, a mi me encanta el Curry.

En alguna ocasión se me echaron a perder los huevos porque en un principio me ubicaron en la residencia universitaria de los que tenían licenciatura. Tiempo después me dijo un amigo que estaba dentro de este asunto de las residencias que había sido una transa de los empleados de allí porque yo tendría que ir destinado a los cuartos de posgrado. Pero pues uno no sabe, yo jamás había estado en una, en México vamos de la casa a la universidad.

Pues bien, uno e los problemas que había era que además de convivir con chavos de 20 años, cosa que me aislaba un poco, las habitaciones no tenía frigobar y tenías que entrar en las despensas comunes. Varias veces me dieron baje con el jamón y los huevos pues estos chavos no respetaban nada en las cocinas. Así que dejaba los huevos en el apartamento y en una ocasión no me los comí luego luego y al quebrarlos en la cocina, pack salieron con agua y olían espantoso. Era tarde, en Galicia los fines de semana no hay tiendas fáciles, así que era candidato a quedarme sin comer.

Pero había unos hindúes en la cocina común y uno se dio cuenta de lo que me había pasado. También una amiga cubana y en inglés conversamos, pero se dieron cuenta que me quedaría sin comer. Entonces el me ofreció arroz y curry, la verdad llevaba años de no comerlo, porque aunque lo hacían en mi casa no me había animado a cocinarlo. Me supo a gloria, recordé mi infancia y comí con ellos quiénes me compartieron su comida.

En agradecimiento una vez les caí con un espaguetti a la putanesca que les di para que comieran todos. Ellos eran químicos y hasta la fecha fraguamos una enorme amistad. Cuando este amigo me veía decía México, México.