Cita Iniciado por doonga Ver Mensaje
Es irrelevante lo que "ordenó" jesucristo en esta discusión.

En la semana santa se recuerda la pasion, muerte y resurrección de Jesús.

Los TJ, empeñandos en que "no vayan a pensar", porque eso es lo único que les interesa, rechazan toda celebración.

Celebraban la semana santa, celebraban la navidad, celebraban los aniversarios, los matrimonios.

Pero la WT se ha encargado de eliminar todos esos asuntos, y claro, de introducir otros mucho peores, como el mandato de dejar morir a los hijos que requieren de trasfusión.

En eso si se diferencian de "la cristiandad" -- en cometer asesinatos por mandato divino: -- asesinatos culposos, como se les llama técnicamente.
A los cristianos no les conviene mucho recordar de donde vienen sus plagios, algo que ya sabes mejor que yo, por eso pasan los años y acomodan sus narrativas.
"El huevo es un símbolo antiquísimo de la Semana Santa", explica Gunther Hirschfelder, experto en folclore y cultura popular de la Universidad de Bonn. Pero antes de servir a la causa cristiana, el huevo fue un elemento recurrente en muchas otras culturas. "El huevo simboliza la vida", dice Hirschfelder, y ¿qué acto hay más pagano que el de regalar huevos, el lugar donde la Naturaleza forja la vida?

El conejo y la Semana Santa son en muchos países cristianos dos motivos inseparables desde hace siglos. También la simbología del conejo posee un alto contenido pagano. El conejo representa la fertilidad, puesto que es un animal capaz de dar a luz hasta a 20 crías al año.

La fertilidad, el nacimiento de la vida, tanto animal, el huevo y el conejo, como vegetal, representada por la llegada de la primavera, no son tradiciones de origen cristiano sino muy relacionadas con el culto al sol y a la madre Naturaleza, y con las ancestrales religiones politeístas.

En Alemania, los huevos y los conejos pasaron a formar parte de la simbología pascuense ya en la Edad Media. A otros países, como España, en los que la estructura de poder de la Iglesia católica era mucho más férrea y eficiente, la tradición del conejo cargado de huevos nunca llegó a implantarse, y hasta hoy, la Semana Santa que se celebra es cristiana.