
Iniciado por
Elisabet*
El verdadero cristianismo no es machista. Eso que dicen las cartas de que las mujeres callen no coincide con el Evangelio, no es lo que enseña el Evangelio. Ese es uno de los puntos de las cartas que contradicen a lo que enseña el Evangelio, pues el Evangelio enseña que las mujeres hablaban cuando tenían que decir algo de Dios y de su enseñanza.
Las mujeres no deben callar cuando tienen que enseñar el Evangelio a quien no lo sabe, porque Jesucristo mandó a todos sus sus amigos y amigas predicar el Evangelio por todo el mundo todo el mundo enseñando a guardar las cosas que Él había mandado.
Y para que veas la importancia que tiene la mujer en la Iglesia, fíjate que la mujer es representación de la Iglesia, pues la Escritura habla de la mujer como la Iglesia.
De nuevo
poniendo en duda la palabra inspirada de Dios
haciéndole el trabajo al demonio
eso es lo que el quiere
que dudemos de las escrituras...
Jesús mandó a sus seguidores que predicaran
las buenas nuevas del Reino e hicieran discípulos
Esta comisión ministerial es para todos los cristianos,
sin importar su sexo ni su edad.
Confirma este hecho la profecía de Joel 2:28, 29,
que, como indicó Pedro, tuvo uno de sus cumplimientos
en el Pentecostés del año 33:
“En los últimos días —dice Dios—
derramaré algo de mi espíritu
sobre toda clase de carne,
y sus hijos y sus hijas profetizarán*
y aun sobre mis esclavos y sobre mis esclavas
derramaré algo de mi espíritu
en aquellos días, y profetizarán” (Hech. 2:17, 18)
Felipe el evangelizador tenía cuatro hijas que profetizaban (Hech. 21:8, 9).
Pero la Palabra de Dios
limita la enseñanza en la congregación a los ancianos
y siervos ministeriales, quienes solo pueden ser varones
(1 Tim. 3:1-13; Tito 1:5-9).
De hecho, Pablo dijo:
“No permito que la mujer enseñe,
ni que ejerza autoridad sobre el hombre,
sino que esté en silencio” (1 Tim. 2:12).
(1 Corintios 14:34) que las mujeres se queden calladas
en las congregaciones, porque no se les permite hablar.
Más bien, que estén en sujeción, tal como dice la Ley.
(1 Timoteo 2:11, 12) Que la mujer aprenda en silencio, con total sumisión. 12 No permito que la mujer enseñe ni ejerza autoridad sobre el hombre; más bien, debe estar en silencio.
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)