El que prédica el Evangelio no se equivoca porque Dios le ampara y le ayuda y le muestra el camino. La soberbia es pensar que Jesucristo no es Dios...
La soberbia es pensar que no hay que predicar la enseñanza del Evangelio.
El que prédica el Evangelio no se equivoca porque Dios le ampara y le ayuda y le muestra el camino. La soberbia es pensar que Jesucristo no es Dios...
La soberbia es pensar que no hay que predicar la enseñanza del Evangelio.