
Iniciado por
Elisabet*
No crees ni quieres aceptar la enseñanza del Evangelio, que existe, está ahí, y todos pueden verla y aprender de ella..., y te crees los cuentos que te han contado.
El triste tu desprecio y rechazo hacia la enseñanza del Evangelio.
Pues quién desprecia y rechaza el evangelio es tu tío Roberto0.
¿que mejor prueba que el hecho que lo falsifique?
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.