El verdadero pacto eterno
Heb 13:20.
Que el Dios de la paz, que con la sangre de un pacto eterno
levantó de entre los muertos al gran pastor de las ovejas,
nuestro Señor Jesús


En el siglo VII a. E.C.,
Jehová profetizó mediante el profeta Jeremías
que habría un nuevo pacto, y dijo que no sería
como el pacto de la Ley, que Israel había quebrantado.
(Jer 31:31-34.) La noche antes de morir,
el 14 de Nisán del año 33 E.C., cuando Jesucristo
instituyó la celebración de la Cena del Señor,
anunció el nuevo pacto, que sería validado por su sacrificio. (Lu 22:20.)

El día quincuagésimo desde su resurrección,
diez días después de ascender a su Padre,
derramó sobre sus discípulos reunidos
en un aposento superior de Jerusalén
el espíritu santo que había recibido de Jehová.
(Hch 2:1-4, 17, 33; 2Co 3:6, 8, 9; Heb 2:3, 4.)