La Palabra de Dios no es todo lo escrito en las Biblias, sino la palabra del Evangelio, porque Jesús es Dios que se hizo hombre y nos enseñó mandamientos que realmente fueron dados por Él mismo desde siempre y para siempre.
Entonces, debes hacer diferencia entre lo que enseña el Evangelio y lo que enseñan muchas partes de la Biblia que contradicen al Evangelio.
El Evangelio no le interesaba al imperio romano, pero para hacerse pasar por cristianos no tuvieron más remedio que incluirlo en la Biblia que ellos impusieron, porque el Evangelio ya había sido conocido y amado por todos los que querían seguir a Jesús y ser fieles a sus enseñanzas.