Cristo no solo nunca dijo que él era Dios sino,
por el contrario, habla del Padre,
que lo envió, como Dios, y como el único Dios.
"Y esta es la vida eterna:
que te conozcan a ti,
el único Dios verdadero,
y a Jesucristo, a quien has enviado." Juan 17:3.
Estas son palabras de nuestro Salvador
dichas en oración solemne a "su Padre y nuestro Padre."
Si él llama a su Padre "el único Dios verdadero,
¿quiénes somos nosotros para decir otra cosa?